marietta se acerca y dice:

acaso el tiempo,
benévolo con quienes no lo miran,
corre
de distinto modo:
en elípsis
férreas, friccionando las
gargantas
humeantes,
instigando a
jadear
kilos de
lágrimas que se
mecen sedientas por la
nuca.
ñongo,
obceca al hombre
parásito para que
quiera
robar no
solo su
tiempo
ultimatum de su
vanidad.
ya se acercan sus
zarpas...tic tac....


¡también con d!

dedos dadores de dósis diáfanas derrotando dragones dorados de duelo.
dáme dientes dentro de dados, dáme duraderos delirios descorchados.
denso delirio dentro



No hay comentarios:

Publicar un comentario